lunes, 1 de agosto de 2016

¿Soy linda?

Celebramos las 200 funciones del Cineclub La Rosa con la primera proyección del ciclo dedicado a la alemana Doris Dörrie, en la que demuestra su talento en un fresco que tiene en un grupo heterogéneo de mujeres el motor de una historia de una vitalidad desbordante. Será el 10 de agosto a las 20:30 horas, en Austria 2154. Con entrada libre y colaboración voluntaria.


Miércoles 10 de agosto - 20:30 horas
¿SOY LINDA?
(¿Bin ich schön?, Alemania / España, 1998, color, 117 minutos)
Dirección: Doris Dörrie.
Guión: Doris Dörrie, Rolf Basedow y Ruth Stadler.
Fotografía: Theo Bierkens.
Montaje: Inez Regnier.
Música: Roman Bunka.
Elenco: Franka Potente, Steffen Wink, Anica Dobra, Iris Berben, Senta Berger, Gottfried John, Joachim Król, Heike Makatsch, Oliver Naegele, Otto Sander, Maria Schrader y Juan Diego Botto.


Un fresco con múltiples historias y personajes, que recorren el camino que va de la fría y eficiente Munich a los soleados, imprevisibles paisajes de Sevilla. Nadie como Doris Dörrie para hacer de un momento trágico un paso cómico y, al mismo tiempo, de la comedia una pequeña tragedia.

Desde Franka Potente hasta Maria Schrader, no falta nadie. El elenco parece un seleccionado del mejor cine alemán.


Si hay un elemento constitutivo de ¿Soy linda? es su permanente capacidad de sorpresa. Pero las sorpresas que maneja Dörrie no son producto de un efecto, de una manipulación calculada, sino más bien de la naturaleza abierta del material, de la posibilidad de que de un personaje salga espontáneamente otro, y de allí una vinculación con un tercero, hasta ir descubriendo, junto con la realizadora, que hay todo un mundo allí afuera, que merece ser filmado, en toda su perplejidad.

Como en casi toda su obra, los personajes centrales de ¿Soy linda? son mujeres. Ellas son el motor, la energía constante del film, empezando por Linda (Franka Potente, la protagonista de Corre, Lola, corre), que vagabundea por las rutas del sur de España haciéndose pasar por sordomuda. O Francisa (Anica Dobra), que acepta un matrimonio absurdo con tal de olvidar al hombre que ama verdaderamente. O Unna (la siempre gloriosa Senta Berger), que a pesar de su asumida convicción de gran burguesa nunca pudo olvidar el apasionado romance que vivió durante su juventud en Sevilla, con un alemán que se quedó allí para siempre (Otto Sander, uno de los ángeles caídos de Las alas del deseo) y que, como si quisiera dejar de crecer, se volvió amnésico.


Estos son sólo algunos de una galería casi interminable de personajes, entre los cuales no se puede dejar de mencionar al que compone el gran Gottfried John (ex Fassbinder troupe), un galán veterano, muy seguro de sí mismo y de cómo manejar a sus conquistas, hasta que su joven amante decide cortarse la venas en el impecable baño en suite del sacrosanto dormitorio conyugal. Allí, en ese episodio, que es uno de los mejores de un film lleno de hallazgos, se revela la singular capacidad de Dörrie –en esto, nadie como ella– para hacer de un momento trágico un paso cómico y, al mismo tiempo, de la comedia una pequeña tragedia, en la que nunca es ajeno el amor.

En estos feroces, desconcertantes cambios de tono –que son la marca del cine de Dörrie desde los tiempos de En la mitad del corazón (1983), su primer largo– está también el sistema narrativo de su obra, que funciona a pinceladas, como si fuera una serie de bocetos que no tienen la necesidad de ceñirse a una estructura dramática convencional. Así funcionaba ya, en parte, Nadie me quiere (1994), que el año pasado permitió redescubrir a Dörrie para el público argentino. Ahora ¿Soy linda? demuestra que la directora decidió levantar la apuesta, para contar en múltiples historias siempre una, la misma: aquella que dice que el corazón tiene razones que la razón desconoce".

Luciano Monteagudo
Diario Página/12, 5 de mayo de 2000


Temporada X / Función 200
Cineclub La Rosa
Austria 2154

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