miércoles, 19 de noviembre de 2014

Fausto

Segunda función de nuestro ciclo Kammerspielfilm vs. Expresionismo con la proyección en 16mm de Fausto, el clásico de F.W. Murnau. Será el miércoles 26 de noviembre a las 20:30 horas en Austria 2154, con entrada libre y colaboración voluntaria.


Miércoles 26 de noviembre - 20:30 horas
FAUSTO
(Faust - Eine deutsche Volkssage, Alemania, 1926, blanco y negro, 85 minutos)
Dirección: Friedrich Wilhelm Murnau
Guión: Hans Kyser, sobre la novela de J.W. von Goethe
Dirección de Fotografía: Carl Hoffmann
Elenco: Emil Jannings, Gösta Ekman, Camilla Horn, William Dieterle, Yvette Guilbert, Frida Richard, Eric Barclay, Hanna Ralph, Werner Fuetterer y Hans Brausewetter.


El filme sobre "Fausto", de Murnau, está estructurado claramente en dos partes. La primera se atiene a la saga popular y muestra como Fausto realiza primeramente un pacto con Mefistófeles, para arrojar la peste de la ciudad, pero después, seducido por el esplendor de la juventud eterna, se somete completamente al diablo y lleva una vida de molicie. El diablo, que ha firmado un contrato con el arcángel, según el cual reinará en la Tierra, en caso de lograr desviar a Fausto de sus aspiraciones, arrastra al sabio de aventura en aventura y vuela sobre su capa mágica con él por el mundo.

En la segunda parte de la película, que se atiene estrechamente al drama de Goethe, la tragedia de Gretchen va ocupando progresivamente una posición central. Fausto seduce a la joven y mata en duelo a su hermano Valentin. La madre muere de pena y la joven abandonada enloquece. Coloca a su niño recién nacido en un montón de nieve, creyendo que era una cuna. Son halladas Gretchen y su niño helado, ésta es acusada del asesinato de su hijo y condenada a morir en la hoguera. Se despierta entonces la conciencia de Fausto; corre a unirse a Gretchen en el cadalso, sin reparar en la pérdida de la eterna juventud; sube junto con ella a la pira. Ambos marchan al cielo depurados. Mefistófeles ha perdido el juego.


Al terminar en 1926 su película sobre "Fausto", Friedrich Wilhelm Murnau se encontraba en el cenit de su carrera. El cine mudo alemán había alcanzado con los filmes de Murnau y los de Ernst Lubitsch, Fritz Lang y G.W. Pabst un nivel tan alto que era casi imposible superarlo con los medios técnicos disponibles. Murnau pudo aplicar en FAUST todos estos adelantos y fusionarlos en una unidad compacta. Utilizando impresionantes contrastes de claroscuros y asombrosos efectos de la técnica de trucaje, logró hacer parecer lo fantástico como real y la realidad como algo fantástico. Todo el mensaje del film se orienta también a manifestar la discrepancia metafísico-alegórica entre claridad y oscuridad, entre el placer de vivir y el amor auténtico.

Al contrario que sus filmes anteriores (SCHLOSS VOGELOED, PHANTOM, DER LETZTE MANN, etc.), Murnau rodó FAUST exclusivamente en los estudios; a veces, configura con la decoración del estudio visiones sobrecogedoras, piénsese simplemente en el campo nevado con el árbol descuartizado por la tormenta, donde en medio de un vallado destartalado coloca Gretchen a su hijo enfermo. En cambio, algunas de las escenas con Gretchen degeneran en huera ampulosidad y afectada dulzura.


Resulta curiosa la estilización intensa de las imágenes, que suscitan actualmente aún un efecto notable. La acción del filme se sitúa en la época final de la edad media, cuya atmósfera mítica es expresada mediante una iluminación contrastante, al estilo de los cuadros de Rembrandt. Murnau logra plasmar en imágenes impresionantes lo sobrenatural, a base de fascinantes efectos de luces y sombras, de utilizar nebulosas vaharadas de vapor, así como con sutiles transiciones de imágenes y sobreimpresiones.

La cámara está libre de toda atadura y transpone al espectador intensamente en la acción. El vuelo en la capa mágica de Mefistófeles sobre pueblos y ciudades resulta sobrecogedor. Murnau realizó estas singularísimas secuencias mediante una cámara acoplada a un funicular construido expresamente con esta finalidad.


Al atractivo formal del filme sobre "Fausto" contribuyen asimismo los encuadres equilibrados, siempre psicológico-dramatúrgicamente fundamentados. Una nota característica del estilo de Murnau en su fase de madurez residía en colocar con frecuencia en el primer plano de la imagen una figura supradimensional, con lo cual la escena en cuestión adquiría una profundidad de campo muy superior. La representación de un apestado, mediante un escorzo inusitado y con enormes plantas de los pies, evoca los cuadros de Cristo yacente de Mantegna o de Holbein. Y cuando Gretchen, tapada la cabeza con el manto, mece al niño en las ruinas de una cabaña nevada, este encuadre parece casi el trasunto de un cuadro de una Virgen de un pintor barroco flamenco.

Goethe-Institut.


Ciclo realizado con la colaboración del Goethe-Institut Buenos Aires.

Temporada VIII / Función 173
Cineclub La Rosa
Austria 2154

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